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Movilidad

Segundo piso en López Mateos: ¿Solución vial o síntoma de un problema más profundo?

El proyecto del segundo piso sobre la avenida López Mateos ha encendido un debate que va más allá del concreto. Para algunos, representa una solución urgente ante el colapso vial que afecta diariamente a miles de habitantes de Tlajomulco, Santa Anita y zonas aledañas. Para otros, es una obra que podría agravar desigualdades, generar tráfico inducido y abrir la puerta a decisiones poco transparentes. Estos son los principales puntos de discusión: 

¿Y el tiempo de construcción?

Uno de los principales temores es el impacto que tendrá el tiempo de ejecución. López Mateos es una arteria vital para el sur de la ciudad y cualquier intervención prolongada podría paralizar la movilidad y afectar comercios locales. ¿Estamos preparados para años de obra y desvíos?

¿Corrupción disfrazada de infraestructura?

El hecho de que la obra sea concesionada a una empresa privada ha levantado sospechas. La confianza ciudadana está fracturada y no se nos brinda la transparencia adecuada.Segundo Piso Lopez

¿Solución o más tráfico?

Estudios internacionales (por ejemplo: “The Fundamental Law of Road Congestion: Evidence from US Cities” por Duranton y Turner), han demostrado que construir más vías no necesariamente reduce el tráfico; al contrario, puede inducirlo. Si el segundo piso atrae más autos, ¿no estaríamos simplemente trasladando el problema unos metros arriba?

“Construir más caminos lleva a más tráfico. La elasticidad del tráfico respecto a la capacidad vial es cercana a uno: por cada 1% de aumento en capacidad, el tráfico aumenta en 1%.”

— Duranton & Turner, 2011

¿Una vía para ricos?

El cobro por transitar el segundo piso plantea una pregunta incómoda: ¿se está segmentando la movilidad por clase social? Si solo quienes pueden pagar evitan el tráfico; esta dinámica podría reforzar desigualdades. 

Es crucial considerar soluciones más eficientes que concuerden con una agenda visionaria e innovadora como transporte público eficiente, movilidad compartida y planeación urbana inteligente.

Por ejemplo, Londres ha implementado sistemas de control inteligente que ajusta los semáforos según la densidad del tráfico y en Singapur, el sistema de “Electronic Road Pricing” cobra automáticamente a los conductores en zonas congestionadas, lo que ha reducido el tráfico hasta en un 15%.

Tlajomulco merece soluciones que conecten personas, no solo carriles.

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